He estado reflexionando un poco sobre la lucha social porque el otro día me desanimé. A veces pienso que lo mejor sería hace un pequeño refugio en el que puedas crear el ambiente ideal para tu crecimiento moral, espiritual y físico, y esconderte del mundo allí. Pero no puede ser, cambiar el mundo no es sólo posible, sino que además merece la pena. Podemos hacer grandes cosas.
La gente tiende a creer que la sociedad es una maquinaria enorme llena de difíciles engranajes y todo ello cae por una cuesta sin frenos ni control, que no podemos hacer nada para cambiar las cosas, pero eso no es verdad. Hace 2000 años unas 12 personas evangelizaron Europa entera y parte del extrangero. Nosotros somos muchos más, y tenemos hermosos ejemplos Européos de heroísmo.
El heroísmo no consiste en ponerse un supertraje y atrapar autobuses de niños que se caen por el barranco. El heroísmo consiste en saber lo que debes hacer y hacerlo, asumiendo las consecuencias de tus actos.
Crear un refugio está bien, es una fortaleza donde eres tú mismo y puedes descansar, retomar fuerzas, pero la lucha es algo necesario, (¿de qué descansar si no?). La lucha social para procurar extender valores morales y espirituales es algo que cualquier ser comprometido y feliz desea hacer. Si eres feliz también querrás que los demás lo sean, y si estás comprometido con la sociedad, sabes que es necesario.
A lo que quiero llegar es que, cuando no puedas tener un refugio, por la juventud, porque todavía estudias o vives con tus padres... Si no puedes hacer un refugio, tu lucha social no será tan perfecta puesto que no tienes dónde descansar, ni desde dónde procurate armas (armas morales y espirituales, de diálogo y reflexión), no podrás por tanto ir tan lejos ni hacer la lucha tan intensa como si tuvieras ese refugio, pero debes hacerlo de todas maneras. Será un entrenamiento muy bueno y así sabrás apreciar el refugio y lo dura que puede ser la lucha.
Con un refugio me refiero a un sitio al que puedas llamar hogar, donde quieras hacer una familia, donde sepas que nada podrá dañarte. (No podrán darte una puñalada en tu propia trinchera.)
El refugio perfecto se genera en la vida matrimonial, donde cada uno de los cónyuges tiene una función específica. La mujer, como ser más imaginativo y sensible, generará la parte del refugio más suave y placentera, aquella donde dará gusto descansar. También tendrá un tipo especial de lucha, más adbocado a las ideas personales, a la perfección moral en una escala que podríamos llamar microscópica. El hombre creará en el refugio su plaza fuerte, un lugar donde los individuos puedan armarse, prepararse para la batalla. La lucha del hombre se verá más especialmente orientada a lo macro, a la sociedad en su conjunto. Pero ambos se complementan perfectamente, el refugio no sería tal si alguno de los dos faltara, así mismo la lucha no sería la misma ya que estaría concentrada en una de las dos vertientes, dejando coja la otra.
Por tanto afirmo que desde la familia es dónde la lucha social es perfecta y efectiva realmente, por ello debemos esforzarnos en crear un refugio adecuado desde el que poder luchar y cuanto más robusto sea el refugio, más fuerte y efectiva será la lucha.
Aupa la familia.
lunes, 18 de junio de 2007
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